Le di una oportunidad a TENET (2020)

No soy fanático de las películas de Christopher Nolan. Sin embargo, no puedo negar sus logros como director y que actualmente es un referente en la industria del cine.

Con el paso de los años C. Nolan ha desarrollado un sello particular que permite identificar sus películas sin titubear: planos visualmente impresionantes, secuencias de acción con giros interesantes, una fórmula muy clara para organizar su narración y el uso de historias secundarias que aportan guiños al desarrollo de sus temáticas principales.

Expectativas truncadas: la pandemia

Hace un año, por una afortunada coincidencia, vi el avance de TENET y me produjo una sensación de intriga. Claro, el sello C. Nolan no me entusiasmaba mucho, pero decidí darle una oportunidad. Por ello, esta película entró a mi lista de esperadas y tenía presente que llegaría al cine a mediados del 2020.

Entonces llegó el Covid-19…

La irrupción de la pandemia cambió nuestras vidas en muchos sentidos. En cuanto al cine, la industria sufrió durante los meses más difíciles del confinamiento y aunque comenzó un paulatino proceso de reapertura no todos nos sentimos listo para volver a una sala de cine.

No obstante, TENET se estrenó en cines y aunque algunos la calificaron como un fracaso en taquillas (claro, si el parámetro era la recaudación estimada con las condiciones pre-pandemia por supuesto que fue un fracaso) y se anunció su estreno en formato digital para la segunda semana de diciembre 2020.

Ya que era una cinta que tenía muchas ganas de ver y surgió esta oportunidad, pagué por ella el mismo día que se estrenó en Amazon Prime.

¿Valió la pena?

La primera impresión que me quedó tras 150 minutos de acción fue que en esta película se aprecia a un Nolan experimentado. Lo dije al inicio, no soy fanático de sus películas, pero puedo asegurar que TENET es una maravilla.

La película desarrolla de manera fantástica una clásica trama de espionaje, aunque apela a distintos guiños narrativos que recuerdan mucho a Memento e Inception. Otro punto que atrapa de inmediato son las impactantes grandes planos que han marcado el trabajo de Nolan desde Batman: The Dark Knight y que en 2017 aprovechó para potenciar la narrativa en Dunkirk. Además, estos elementos se catapultan con una mezcla entre momentos de tensión y secuencias de acción al puro estilo de su trilogía de Batman.

Esos elementos enganchan al espectador durante la primera mitad de la película, la cual está profundamente marcada por un tema que no es nuevo en las narrativas de Nolan (hay que recordar el elemento secreto en Interstellar), pero que en esta cinta se desarrolla con mucho cuidado: ¿El futuro puede hablarnos?

Tras un sutil desarrollo de la idea sobre los guiños que el futuro puede ofrecer al pasado con tal de modificar el presente, la segunda parte de la cinta se vuelve algo sumamente acelerado. Los últimos 75 minutos pueden convertirse en un verdadero reto ya que están repletos de múltiples implicaciones temporales y una carrera contra el tiempo (sello de Nolan) que eventualmente nos conduce al final que, claro, es algo hasta cierto punto inesperado.

Para afrontar la segunda parte de la película y especialmente los últimos 25 minutos es necesario rescatar todas las pistas que los propios personajes van arrojando al espectador, especialmente una: «tienes que dejar de pensar en términos lineares».

A decir verdad, si estás familiarizado con el trabajo de Nolan la cinta se vuelve algo predecible. No obstante, en este punto me atrevo a decir que TENET es una gran película y, por mucho, la mejor de Christopher Nolan hasta hoy.

Definitivamente recomiendo darle una oportunidad, aunque no con la esperanza de que sea la mejor película que podrías ver. Merece una oportunidad como lo que es: el resultado de años de experiencia y la consolidación de un director que, en la última década, ha dejado una gran huella en la industria del cine.