¿Existen los juicios con fines políticos? Podríamos pensar que sí, que ciertos procesos judiciales responden a intereses políticos. Por el contrario, habrá quienes defiendan que la impartición de justicia es ajena a cualquier motivación política.
Esta disyuntiva se presenta de manera recurrente a lo largo de las dos horas que envuelven al espectador en El juicio de los 7 de Chicago (The Trial of the Chicago 7), un episodio peculiar para el sistema de justicia estadounidense de finales de los años 60.
Los primeros 30 minutos de la película sitúan al espectador en el contexto socio-político estadounidense de 1968 y brindan una visión general de los sucesos que derivaron en la captura de los acusados.

De manera simple y sintética se introduce a los 7 enjuiciados quienes tienen una peculiaridad: no articulan un bando homogéneo. La narrativa de la cinta permite entender que a finales de los años 60 convivían una pluralidad de movimientos políticos con motivaciones y objetivos particulares que erróneamente se han encasillado en la categoría de «izquierda» o, como se les descalifica en el juicio, «la izquierda radical»:
Yippies, Students for a Democratic Society (SDS), Black Panther Party, National Mobilization Committee to End the War in Vietnam (MOBE)
Como se ha tratado en otras producciones centradas en el desarrollo de juicios estadounidenses, el juicio de los 7 juega con la narrativa temporal para llevarnos del proceso judicial a la reconstrucción de los hechos desde diferentes perspectivas. También llama la atención el uso de una narrativa paralela desde la voz cómica de uno de los enjuiciados.
Los 130 minutos de la película son suficientes para desarrollar el argumento y tratar los sucesos que dirigen a un final anunciado desde la apertura. Sin embargo, la duración no es la más adecuada para que el espectador tienda vínculos con todos los enjuiciados. De hecho, el desarrollo de algunos es tan pobre que por momentos los coloca como meros adornos o sostén de los personajes centrales.
El reparto es una de las grandes apuestas de la producción ya que reúne a personalidades con trayectorias consolidadas en la industria cinematográfica y que conviven muy bien de manera grupal. Además, las actuaciones individuales son excelsas en tanto que se armonizan y complementan para brindar episodios hasta cierto punto cómicos que dan paso a giros abruptos lo suficientemente profundos como para conectar íntimamente con los personajes.
A diferencia de otras cintas que recrean acontecimientos políticos, el juicio de los 7 no requiere grandes conocimientos del momento en que está ambientada. A decir verdad ese es otro de sus puntos fuertes, la sucesión de acontecimientos así como la narrativa permiten que de inmediato se conecte (o no) con la trama, por lo que desde los primeros minutos el espectador podrá decidir si adentrarse en el juicio o descartarlo.
0 comments on “El juicio de los 7 de Chicago”